Mundo ficciónIniciar sesiónLeonardo fue a su siguiente parada, la mansión familiar de los Russo, la cual estaba tan impecable como siempre, rodeada de jardines simétricos y silencio elegante. Leonardo entró con paso rápido, sin esperar a que el mayordomo lo anunciara.
En el salón principal encontró a su madre sentada en un diván, hojeando una revista de sociedad. Su padre, al fondo, revisaba unos papeles en su escritorio portátil. Y entre ambos, en un sillón con la naturalidad de quien pertenece, estaba Mariano, quien le había dicho que con el caos de su casa, mejor se iba con sus padres. - “Necesito hablar con ustedes”, dijo Leonardo, sin rodeos. Su madre dejó la revista a un lado. - “Hijo, claro, ¿qué sucede?”, preguntó su madre. Mariano se adelantó, con un gesto de calma. - “Por la cara que traes, debe tratarse de esos papeles que estás aplastando. (Se






