La mañana en Santorini había comenzado con una luz cálida y suave, acariciando las paredes blancas de la villa donde se alojaban.

Alicia había bajado temprano a preparar algo de desayuno mientras Dante terminaba unas llamadas de trabajo en la terraza.

Cuando finalmente colgó, sintió el cansancio acumulado en sus músculos. Se dirigió al baño con la intención de tomar una ducha rápida antes de bajar a desayunar.

Empujó la puerta entreabierta, sus pasos firmes resonando suavemente sobre las baldosas de mármol.

Entonces, algo llamó su atención.

La caja que era de rara presencia allí, un pequeño objeto blanco descansaba.

Al principio no le prestó mucha atención, hasta que su mirada se detuvo realmente en él. La forma y los detalles en rosa qué llegaba a apreciarse desde la distancia aunque fuera diminuta. Algo zumba en su oído y acelera sus latidos. Lo agarra con determinación.

Era un test de embarazo.

Dante se quedó inmóvil.

Sus ojos, acostumbrados a detectar cada detalle en un contrato o