Después de esa intersección una hora después habían ido a la Empresa, Montserrat muy a su pesar y aunque había tratado de que Dante la viera mas, no había conseguido absolutamente nada y tampoco ella quería cruzar el límite de la tolerancia de Dante Moretti
El trayecto hasta la empresa de Dante transcurrió en un silencio tenso. Alicia miraba por la ventanilla, evitando cualquier contacto visual con él, mientras que Dante, con una expresión inescrutable, mantenía la vista fija en la carretera. Desde la noche anterior, donde un beso prohibido había cambiado la dinámica entre ellos, Alicia no había podido mirarlo a los ojos sin recordar el calor de sus labios sobre los suyos. Sin embargo, Dante parecía comportarse como si nada hubiera pasado. De hecho, esa mañana había sido aún más atento con Montserrat, ignorándola casi por completo y aquel recuerdo parece convertirse en fuego para Alicia.
La hermosa mujer sintió un escalofrío de frustración recorrer su espalda. No era su problema lo qu