Cap. 23 ¿Una moción de confianza, madre?
Dayana sintió un vuelco inesperado en el pecho. Esta declaración, seca y sin florituras, sonaba más verdadera que cualquier poesía.
—Ahora ve a la casa de tu tía —dijo Ares, recuperando su tono práctico.
—Yo tengo una reunión con el consejo de mi empresa. Mi madre está intentando destituirme de la presidencia, usando mi "inestabilidad marital" como excusa. Así que voy a ir a darle una paliza estratégica que recordará por el resto de su vida.
Dijo esto con una sonrisa casi feroz, pero controlada, mientras se ajustaba el puño de la camisa.
Dayana asintió, saliendo del auto. Este Ares, desconcertante, despiadado, pero con un núcleo de lealtad feroz, le gustaba un poquito más que el hombre enigmático de hacía unas horas.
Tal vez, solo tal vez, esta alianza forjada en el odio y la estrategia podía convertirse en algo más parecido a un equipo.
En el cálido living de Felicia, el aire olía a café fuerte y a conspiración. Dayana había desplegado el plan de Ares como un mapa de tesoro perverso