12. veneno en sombras
12. Veneno en sombras
Cuando terminó todo y regresamos a la habitación él me tomó con brutal ternura, que debo admitir que me sorprendió, sus manos eran cálidas sobre mi piel.
—- “Ahora entiendes lo que eres para mí…. Mi mujer, mi condena, mi poder”
Esa confección alimentaba el fuego dentro de mi, esa noche no dormí, no por miedo sino porque por primera vez sentí que las cadenas invisibles que me unían a él, estaban hechas de algo más deseo, orgullo y amor oscuro que me aterra.
Los días fueron distintos después de aquel enfrentamiento, nadie se atrevía a decir nada y mucho menos cuestionar las decisiones de Remy.
Mi lugar seguro era el jardín, el cuál le dedicaba la mayor parte del tiempo, mientras estaba removiendo la tierra, haciendo espacio para sembrar orquídeas, una sombra me cubrió el enorme brillo del sol.
—- ¿Sabes que lo estás debilitando?--- la voz de Gino fue lenta y fría
—- ¡Creo que le dices a la persona equivocada! El medio este, poder que yo… no pedí —
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