103. ¿Mami, vas a casarte con mi papá?
El sol brillaba en el cielo mientras Julia y Hanna disfrutaban de un hermoso día en el parque. Hanna corría alegremente por el césped, riendo mientras perseguía mariposas que revoloteaban a su alrededor. Julia la observaba con una sonrisa en el rostro, deleitándose en la felicidad de su pequeña.
Hanna finalmente se detuvo para recoger una flor silvestre y corrió hacia su madre con ella en la mano.
—¡Mami, mira lo que encontré! —exclamó, mostrando orgullosamente la flor.
Julia se agachó y tomó la flor con ternura.
—¡Es hermosa, cariño! ¿Quieres que la guardemos?
Hanna asintió enérgicamente.
—¡Sí, quiero ponerla en un jarrón como las flores de la abuela!
Julia sonrió y le dio un suave beso en la frente.
—Entonces, la guardaremos y la pondremos en un jarrón cuando lleguemos a casa.
Hanna rió, emocionada por la idea.
—¡Sí! ¡Quedará hermosa!
Julia se levantó y extendió la mano hacia su hija.
—¿Listos para jugar en los columpios?
Los ojos de Hanna se iluminaron de emoción mientras tomaba la