La manera en que Marcos la miraba le hizo sentir una opresión en el pecho. Sabía que su amigo la quería y era incluso comprensivo con su manera de cancelar la deuda por la operación de su madre. Pero esto… él tenía razón.
¿Cómo se le pudo haber ocurrido quedar embarazada?
—No fue algo que planeé —murmuró con voz débil, triste y consciente de que todo, desde el inicio, había sido un terrible error—. Solo ocurrió.
—¿Solo ocurrió? ¿En serio? —bufó, apartándose varios pasos, mientras pateaba piedras imaginarias en el proceso.
De pie frente a él, lo observó tener una pequeña crisis de frustración. Luego, con el rostro desencajado, se le acercó y la tomó por los hombros.
—¿Y qué dijo ese infeliz? —sus dientes estaban apretados y sus ojos ardientes por el enojo.
—No lo sabe aún —bajó la mirada al suelo, queriendo posiblemente que la tierra se abriera y se la tragara entera. Estaba cansada de lidiar con tantas cosas, y enfrentarse a la decepción de su amigo era verdaderamente doloroso.
—¿Y qu