Emma apenas alcanza a acomodarse a mi lado cuando Maximilian se aleja entre la multitud, abriéndose paso con una discreción bastante elegante. Lo veo alejarse sin voltearse, rígido, silencioso, sin detenerse a saludar a nadie.
Cada paso que da, parece huir de algo que no quiere enfrentar. O a alguien.
Deslizo la mirada hacia mi suegra y ella lo está mirando irse también. Me pregunto qué habrá pasado entre ellos dos para que la tensión sea palpable. Me pregunto si es que siempre son así o esto es nuevo.
Y ahora que veo a mi suegra, me pregunto también dónde estará el rey.
Una pareja de invitados se acerca para saludarla y en ese momento desvío la mirada, paseándola por el salón en busca de mi cuñado. Es extraño no verlo al lado de su madre. Bueno, según lo que vi en la boda y en la cena de bienvenida que nos hicieron, el rey es muy apegado a ella.
Algo que Maximilian no es, pero no me extrañaría de un tirano tan amargado como él.
Además, según lo que una vez leí, el rey quedó devastado