Su orgullo no podía ponerse en el medio del tratamiento paliativo de su tía, decidió. Darle la mejor muerte posible era lo único que podía hacer. No tenía nadie más a quien recurrir, a quien pedirle dinero, no tenía expectativa. ¿Qué valía su orgullo frente a la posibilidad de que su tía pudiera pasar su último tiempo cuidada y muriera con dignidad? La idea de esto la llevó finalmente a enviarle un mensaje. Esperaba que él entendiera.
REGINA. Milo, espero de todo corazón que no malinterpretes este mensaje. He luchado para tratar de evitar esto. Pero no tengo otra posibilidad. Eres mi última esperanza. Se que no me debes nada, y esto va en contra de lo que muchas veces proclamé. Necesito con urgencia la suma de dinero que ves en esa imagen que adjunto; es para cubrir los gastos médicos de mi tía. Ella está viviendo los últimos momentos de su enfermedad y sin seguro médico los cuidados paliativos no serán posibles. ¿Podrías hacerme un préstamo? Sé cómo debe sonar, y lo lamento tanto. Tr