CAPITULO 105 Tú eres todo lo que quiero.
—Eso no es lo sorprendente, Sharon. Tú mereces que el hombre más digno de este mundo te ame. Pero como soy un gran egoísta, te quiero solo para mí, por lo que deberás conformarte. Con este hombre a veces gruñón, a veces difícil de tratar y con algunos déficits emocionales.
—Tú eres todo lo que quiero. Y te tienes en poco aprecio. Eres un hombre maravilloso, Aidan. Uno que no duda en dar un paso atrás cuando se equivoca y lucha por superar sus circunstancias.
—La única circunstancia que me convoca en este momento y de aquí en más eres tú— volvió a tomar su boca en un beso salvaje.
Ella suspiró al despegarse y él sonrió.
—Ahora, mi principal preocupación de esta noche disuelta con éxito, es hora de atenderte en otro sentido. La cena.
—Eso está bien. Muero de hambre.
—No estará a la altura de lo que te mereces, pero será una buena muestra de mis hábitos, si decides quedarte conmigo— Sharon miró alrededor y él tomó el teléfono y sonrió— Conozco el sitio donde venden la mejor pizza de Nuev