CAPITULO 103 Esta noche es de ambos, lo dije antes y lo repito.
—Recuerdo exactamente lo que me dijiste y lo respeto. Pero quedó pendiente mi respuesta. Te confieso que me llevó un tiempo entender cuál era la adecuada.
¿De qué demonios estaba hablando?
Ella cerró los ojos y respiró.
Tenía que hacerle comprender.
—No hay respuesta adecuada, Aidan. Yo no espero nada, entiendo lo que fue nuestro vínculo.
—Haces mal, deberías esperar mucho—dijo, conduciendo con una mueca decidida en su faz— Esta noche vas a saber exactamente qué debes esperar de mí. Lo que es justo y natural que esperes de mí, hermosa.
Ella echó su cabeza contra el asiento, cerrando los ojos y luego musitó
bajito:
—No quiero hacerme falsas esperanzas, Aidan. No cometas el error de dar alas a mi corazón. Bastante trabajo me dio estos meses, atarlo a la realidad no fue fácil.
— No haría algo así. Me importas demasiado como para herirte. Esta Noche soy yo quien quiere hablar de expectativas y sueña con cosas que solo le puedes dar tú. Relájate.
—¿Adónde me llevas?
—A mi casa.
Se concentr