OLVIDAME SI TE ATREVES. Jennifer se casa con el amor de su vida, pero el matrimonio no es lo que esperaba, ella sacrifica todos sus sueños para que Samir cumpla los suyos Para ella él era su prioridad, vivía para él, ambos trabajan tanto que casi no tienen tiempo para hablar y Samir siempre está muy ocupado para ella, la vida de casados y pobres no es tan fácil como parecía. Un día ella se desmaya en el trabajo se ha esforzado demasiado para ganar más dinero pero cuando el médico la revisa le informa que acaba de perder un bebe y probablemente la posibilidad de ser madre de nuevo. Ese mismo día Samir llega a casa tan cansado que no se da cuenta por todo lo que está pasando su esposa casi no hablan, al día siguiente ella le pide el divorcio y él lo firma dolido, una burla del destino es que precisamente, concreta el negocio por el que tanto lucho, el cree que ella se arrepentirá de haberlo abandonado. Dos años y medio después se reencuentran, él es dueño de una empresa importante y ella es contratada para ser su asistente, ninguno de los dos admite que se aman y ella oculta el motivo por el cual lo abandono. Samir decide seguir con su vida y casarse con su novia amando a su ex esposa ¿podrá olvidar al amor de su vida? Y para más Jennifer ahora quiere reconquistar a su ex solo por venganza.
Leer másJennifer Stone
Los sueños de una familia pueden ser reducidos a cenizas en cuestión de minutos…Eso lo comprobé cuando llego a la panadería de mis padres y todo está envuelto en llamas.
Siento que Dios una vez más se olvido de mi, y de mi familia, parece que la mala suerte nos persigue desde que mi padre murió hace dos años y medio, justo después de mi divorcio.
Mi madre llora de rodillas viendo como todo nuestro patrimonio desaparece ante sus ojos.
—Mama. — Gimoteo y la abrazo con fuerza, para que sepa que no está sola.
— ¡Se quemo, todo se quemo! Estamos en la ruina.— Me dice ella.
Pero con la mirada perdida, no sé si es a mí a quien me lo dice o a mi padre que desde el cielo debe estar observando como otro de nuestros sueños se esfuma.
—Todo tiene solución, ya saldremos adelante. — Trato de darle fuerzas, pero yo más que nadie se lo que es estar en el fondo, no es fácil salir de allí.
Ella se ríe de forma histérica, — ¿de qué viviremos ahora Jennifer? Todo fuese diferente si te hubieses casado con Mateo y no con ese inútil de Samir—Suelta ella.
Metiendo el dedo profundo en la llaga, escuchar el nombre de Samir todavía me duele.
—Buscare trabajo, te juro que construiré de nuevo la panadería así sea lo último que haga...—Prometo determinada.
—Por favor hija ¿Quién te va a contratar? Ni siquiera fuiste a una universidad por apoyar el sueño de alguien más, ¿de qué te sirvió?— Cuestiona, ella nombrando el motivo de mis desvelos, Samir Soleimani.
—Mamá te prometo que saldremos adelante. — Le respondo mirándola a los ojos, mientras el sueño de mi padre arde en llamas detrás de nosotras.
—Dios tenga piedad de nosotras, creo que terminaremos pidiendo limosnas después de esto. —Suelta con el rostro bañado en lágrimas.
—Jennifer, todo tiene solución, solo tienes que aceptar mi propuesta y tendrás el mundo a tus pies. —
Parlotea el señor Roger descaradamente acercándose hasta donde estamos nosotras, el es casado pero no le importa, quiere que yo me convierta en su amante y yo prefiero mil veces pedir limosna que aceptar su indecente propuesta.
— ¿Qué dirá su esposa si lo escucha diciéndome todo eso?— Cuestiono con dureza.}
Limpiando mi cara con rabia, estaba llena de lagrimas, cree que como estamos en desgracia voy a aceptar las migajas que me ofrece.
—Nada, ella no importa, esto solo nos importa a nosotros dos.— Responde
—¿Cuántas veces tengo que decirle que sus propuestas amorosas no me interesan?— Contesto con rabia.
Mientras ayudo a levantar a mi madre poco a poco y nuestros dos únicos trabajadores llegan al lugar en ese momento y quedan sin palabras por un instante.
—Déjenos en paz señor, mi hija es una mujer decente. — Ordena mi madre molesta.
Tengo un mal presentimiento y por un instante pienso que ese señor pudo ser el causante de nuestras desgracias, el cree que puede beneficiarse de eso, lo que no sabe es lo fuerte que soy y que nunca caere en sus garras.
— ¿Quién se fijaría en una mujer divorciada y además estéril como tú?— Se burla tengo los ojos desorbitados, casi nadie sabe de eso de mi esterilidad, eél me investigo muy bien.
—No me enredaría con usted ni que fuese el último hombre sobre la tierra, prefiero morir de hambre antes que aceptar lo que usted quiere. — Respondo entre dientes con las manos hechas puño.
—Eso lo veremos, la necesidad tiene cara de perro, aquí está mi numero para cuando me necesites. — Ofrece, metiendo su tarjeta en el bolsillo de mi blusa.
Estoy tan tensa como una cuerda, el da media vuelta y se va por donde vino, como una m*****a sombra al asecho.
Inmediatamente tiro la tarjeta con asco , prefiero morir de hambre que rendirme a los caprichos de ese viejo asqueroso, tiene mucho dinero ¡pero ni con todo el oro del mundo me fijaría en él!.
—Que viejo tan desagradable, podría ser tu abuelo. — Dice mi madre con una expresión de amargura y asco en su rostro
— ¿Qué sucedió?— Cuestiona el panadero.
—No lo sabemos.— Respondo con la voz rota,
Mientras los bomberos hacen su trabajo y apagan las llamas, desde la distancia los vemos hacer lo posible por extinguir el fuego el objetivo es que no se expanda mas, porque nosotros en realidad ya perdimos todo.
—La explosión fue provocada, estoy seguro. — Dice uno de los bomberos sin tacto, a otros de sus compañeros, mientras nosotras nos vemos a la cara e intentamos pensar en un enemigo, pero no tenemos ninguno.
—Nosotras no tenemos enemigos. — Suelto sin mucha seguridad
—Piénselo bien, porque esto fue provocado, sin duda alguna tienen un enemigo. — Continúa el bombero.
Mientras yo niego con la cabeza, pero tengo una espina clavada en el corazón, con el señor que se acaba de marchar.
Una semana pase cuidando a mi madre durante la depresión que le causo la perdida de la panadería, los pocos ahorros que tenemos se van demasiado rápido y quiera o no tengo que salir a buscar otra cosa para vivir.
Entonces decido salir a buscar trabajo y como si mi madre me hubiese maldecido no encuentro nada lo suficientemente bueno para poder ayudarla lo que ofrecen no me alcanzaria si no para comer.
Siempre me ha gustado el mundo de la tecnología, pero no tengo la formación universitaria necesaria para trabajar en un lugar como la nueva sede de la corporación SS, el sueldo que ofrecen en ese lugar es lo que necesito para sacar adelante a mi madre.
—Me muerdo los labios sentada en un banco, en una plaza al frente del edificio en cuestion... Donde sueño trabajar, es uno de los más grandes de la cuidad el dueño tiene mucho dinero y es famoso por su mal carácter, nunca se deja ver mucho, es todo un misterio.
Tengo los pies inflamados de caminar durante horas buscando trabajo, con este currículo jamás me contratarían, allí, entonces por mi mente pasa la idea más loca que he tenido en mi vida, más loca que creer en el amor.
Todavía están en la búsqueda de personal, y yo quiero un buen puesto en ese lugar, soy una mujer capaz e inteligente, siempre ayudaba a mi esposo con sus estudios universitarios, aprendo rápido y si me dan la oportunidad demostrare lo que valgo, pienso determinada volviendo a casa.
Apenas abro la puerta, mi madre me pregunta— No conseguiste nada ¿verdad?—
No quiero que ella de nuevo me nombre a mi ex pretendiente, Mateo no es mala persona pero nunca sentí por él, ¡como me casaba con un hombre que no me hace sentir nada!—Si mamá el lunes tengo que presentarme en una empresa muy importante a trabajar. — Miento
— ¿Qué vas a hacer allí?— Cuestiona viéndome con los ojos entrecerrados, ella tiene razón con mi currículo solo tendría el puesto de limpieza.
—Asistente de presidente. — Le respondo con otra mentira mas grande, estoy harta de que ella este continuamente minimizando lo que soy.
— ¡Hija de mi vida no sabes lo mucho que me alegra esa noticia! Tú te mereces solo cosas buenas. — Me dice besándome la cara mientras sonrió al verla contenta después de tanto tiempo.
Cuando quedo a solas en mi habitación pienso que no debí mentirle a mi madre, en ese momento entra mi mejor amiga sin tocar.
—Hola amiga ¿Por qué esa cara?— Pregunta y se sienta a mi lado.
—No consigo trabajo y le dije a mi mamá que lo hice.—Cuento mortificada.
—Tengo un pretendiente que está trabajando en recursos humanos en la corporacion SS, vamos a enviarle tu currículo, veras que te consigue un buen puesto.— Promete, ella con una sonrisa guasona en la cara.
—Gracias Adriana no sabes lo importante que es para mí.— Le digo abrazándola emocionada, si entro allí ella haria uno de mis sueños realidad.
— Para eso son las mejores amigas.— Me dice ella —¡Suéltame que me vas a asfixiar!.— Chilla después exagerada.
Entonces envió la solicitud de empleo en línea a través de un correo a recursos humanos, tal vez debería haber aplicado por un puesto de mantenimiento, no tengo los estudios necesarios para el puesto, pero aprendo rápido…
Quince minutos después llega un correo a mi bandeja de entrada como respuesta ¡se me ordena ir mañana a la entrevista!, casi me da un infarto al leer el correo electrónico, tengo que leerlo una y otra vez para poder creerlo.
Chillo como una niña y comienzo a saltar de felicidad con Adriana en mi cama, busco en mi armario un hermoso vestido que puede ser considerado formal, me lo coloco con miedo a que no cierre, pero gracias a Dios sigo en mi peso, suspiro de felicidad.
—Al fin algo bueno en mi vida—Espreso.
—Te mereeces esto y mas.—Asegura Adriana, pero es mi mejor amiga, asi que su comentario no es del todo inmarcial...
Soy una mujer preciosa, pude haber conseguido las cosas fácilmente con mis encantos, pero la idea de que un hombre me bese siquiera sin amarlo me asquea, fue tan fácil para Samir el dejarme ir…
Sacudo mi cabeza tratando de sacarlo de mis pensamientos hace tres años salió de mi vida para siempre. es inutil perder el tiempo pensando en él, el ni siquiera debe recordarme.
Casi no puedo pegar un ojo en toda la noche, en la mañana tengo que usar kilos de maquillaje para ocultar las ojeras, hago una mueca en el espejo al verme, no se siento que ni con todo el maquillaje oculto la oscuridad bajo mis ojos.
Así es como comienzo a trabajar en esa empresa mintiendo, sin embargo hago mi trabajo de forma eficiente durante una semana, recibiendo elogios de parte de los jefes y en un ambiente laboral idílico.
Comienzo a ahorrar consigo nuevas amistades y por primera vez desde que me separe estoy conforme con mi vida, pero descubriría rápidamente que solo era la calma que precede a la tormenta.
Estoy concentrada en mi trabajo frente al ordenado redactando un informe de marketing y las asistentes que están cerca de mí en el departamento de comienzan a correr nerviosas a sus puestos de trabajo, nunca se habian comportado así...Siempre están relajadas.
— ¿Qué sucede? —Pregunto viendo como la chica que ese sienta a mi lado respira agitada.
— ¡El gran jefe esta aquí!— Me responde en un chillido.
—El dueño de todo esto ¿él que nunca ha mostrado su rostro?— Pregunto estúpidamente.
— ¡Siiiii el mismo que viste y calza y justamente viene hacia acá!, con la jefa de recursos humanos, precisamente supe que van a escoger una de las mujeres de acá para ser su asistente. — Me responde ella gesticulando exageradamente.
—Que bien. — Respondo tranquila.
— ¡La paga será el triple!, podemos hacer mucho con ese dinero. — Me dice tomando mi mano entre las suyas, está temblando emocionada, yo soy nueva en este lugar no creo que me escojan a mi precisamente.
Escucho unos pasos en nuestra dirección, rápidamente me coloco frente al computador y fijo estar trabajando, mientras se me forma un nudo en mi estomago, ese puesto seria la salida a todos mis problemas económicos… Pienso, erguida.
Alguien se detiene a mis espaldas, siento un escalofrió y escucho como la jefa de recursos humanos le dice—Señor su nueva asistente la señorita Jennifer Stone. —
Me doy media vuelta con una sonrisa, que queda congelada en mi rostro — ¿Qué haces aquí? Decimos los dos al unisonó, mi ex esposo esta frente a mí ¡después de casi tres años sin vernos!.
Siento que voy a caer de espaldas debo sostenerme y parpadear para descubrir que lo que miran mis ojos, no es ninguna pesadilla…El está frente a mi mirándome con odio.
Jennifer Soleimani A pesar de todas las dificultades alcanzo las treinta y nueve semanas de gestación, estoy feliz y soñando con ver la cara de mi bebe por primera vez, casi no duermo esa noche, me siento muy intranquila. —Buenos días. — Dice Samir estirándose de forma perezosa en la cama. — ¿No tenias que ir a la oficina a firmar unas cosas temprano?— Cuestiono de mal humor. —Lo había olvidado por completo. — Me dice y me da un pico antes de levantarse, yo también tengo que hacerlo, la bebe es grande y presiona mi vejiga, orino como veinte veces al día ¡estoy cansada! Camino ojerosa al sanitario y hago pis sin importarme que Samir este viendo, generalmente soy pudorosa, ¡pero estoy harta! — ¿Qué deseas desayunar hoy?— Cuestiona el. —Lo que sea. — Respondo. — ¿Estás bien?— Me pregunta. —No. — le respondo sin especificar porque, camino como un pato, me duele la vagina, y estoy muy torpe, todo me lo echo en la barriga. —Ya pasara, esto solo es una etapa pronto tendremos a nuest
Jennifer Soleimani Después que termina la fiesta de revelación, me doy un baño, me coloco la ropa interior más sexy que encuentro, me miro al espejo y hago una mueca, no sé si tenga el valor de desnudarme frente a Samir. Mis senos están gigantescos, cargados de leche materna y mi barriga mide ciento treinta centímetros…Hoy mis amigas la midieron en un juego, todos reían y me trataban bien, pero yo no me sentí nada bien con el juego ¡estoy enorme! con siete meses y medio de embarazo Me coloco mi crema corporal favorita de vainilla y tengo esa angustia en el corazón, en la que me debato si me entrego a Samir o no lo hago… Me siento estúpida esperando que suba más de una hora, el ahora se encierra a trabajar en una oficina en la casa y admito que nos estamos distanciando. Después de todas las luchas que hemos tenido como pareja, siento que lo estoy perdiendo, las voces de Adriana resuenan en mi cabeza. Hombre es hombre y necesita cubrir sus necesidades carnales, las cuales hace mes
Jennifer Soleimani Pasan los meses y mi barriga crece tanto que me siento, una bola con patas, me miro al espejo y siento que todo me queda mal. Me siento muy frustrada, ¡me siento fea! Siento que nada me queda bien, me cambio de vestido como diez veces hasta que me doy por vencida y me acuesto frustrada en la cama y con ganas de llorar. Me pondo un vestido azul celeste que resalta el color de mis ojos, es lo único rescatable que queda de mi aspecto físico general. No dejo que Samir me vea desnuda porque me da mucha vergüenza mi cuerpo, no tuve este tipo de sentimientos con el embarazo de Oliver, ya que Samir no estaba cerca. Mi embarazo es de alto riesgo por lo que no puedo complacer a mi esposo en la cama y además siento vergüenza de cómo me veo. Confió plenamente en el, pero tengo miedo de que se termine aburriendo de mi, que se dé cuenta que no soy tan especial como él cree. Tengo la casa llena de invitados para la revelación del sexo de mi hijo, la única que sabe si es ni
Jennifer Soleimani Cuando Oliver despierta y ve a los caballos literalmente se vuelve loco de la emoción—¡Papá un caballo!— Señala emocionado sin ver nada más. —¿Te gustan los caballos? ¿Te gustaría subir a uno?— Le pregunta Carlos. —Sí, si, ¿Mamá puedo subir al caballo?— Cuestiona Oliver con los ojos brillantes de la emoción. —No lo sé.— Respondo con dudas, yo les tengo miedo. —Seguro que podremos darte un paseo más tarde, pero primero ¿quieres comer algo?— Le pregunta a mi hijo. —No tengo hambre.— Responde Oliver haciéndome reír, son las diez de la mañana y no hemos desayunado, claro que tiene hambre, pero al ver los caballos se le olvido todo. —Primero comemos si.— Ordeno, tomándolo de la mano, no puedo cargarlo por orden del médico. —Pasen están en su casa.— Dice la mujer amablemente haciéndonos entrar a su casa, el comedor es enorme y las sillas son de cuero. —Gracias.— Respondo. —Enseguida les traemos la comida.— Dice la mujer apresurándose a la cocina, nosotros quedamo
Jennifer Soleimani A pesar que me siento bien, no me dan de alta en la clínica hasta un mes después, me atienden como una reina y no puedo levantarme por nada del mundo hasta que no haya ningún riesgo de perder a nuestro bebe. Fue algo increíble tener a mi esposo frente a mí, ¡Vivo!, es la felicidad más grande que he tenido en mi vida, tengo la certeza de que no voy a perder a nuestro bebe, porque el paso por muchas cosas y se aferro a la vida como un guerrero. Mi familia está conmigo en todo momento y además recibo un ramo de flores muy especial entre tantos presentes…Simplemente dice “lo siento”, y se perfectamente de quien es. Yo sé que no debo guardar rencor en mi corazón, pero no puedo evitarlo, si él hubiese investigado un poco yo no estaría acá, ni siquiera habríamos pasado por toda esta pesadilla que pasamos. Cuando salgo de la clínica, mis amigos y familia están afuera con regalos y globos, Oliver en brazos de su padre, recibo abrazos de todos, la vida da tantas vueltas p
Jennifer Soleimani Trato de hacer oídos sordos a todos los insultos que me gritan cuando me llevan a mi celda en la prisión de máxima seguridad. Tengo miedo, dicen que las prisioneras son muy peligrosas, pero sé que como yo hay mujeres inocentes en este lugar. —Bienvenida a tu nuevo hogar.— Me dice el guardia de seguridad y me empuja adentro de la celda, es un lugar de dos metros por dos con un sanitario y una cama de cemento sin sabanas ni almohada. Me siento en la cama, y después de un par de horas una mujer se para delante de la reja, tiene el cabello rapado y tatuajes en el cuello, se ve muy intimidante. —¿Te crees muy fuerte porque mataste a una mujer indefensa en la cárcel?— Me pregunta y yo me pongo de pie, harta de que me acusen de cosas que no hice, si la tuve que matar, ¡pero lo que nadie divulga es que fue en defensa propia! —No voy a discutir contigo, tú no sabes quién soy yo.— le respondo seria y me acuesto en la cama. —Tu tampoco pareces saber que la que manda aquí
Último capítulo