Al día siguiente...
Al despertar, Malú se levantó lentamente, todavía envuelta en ese estado de sueño y realidad que precede a la plena conciencia. Sus ojos se posaron en la ventana, donde los primeros rayos de sol se filtraban suavemente por las cortinas, creando un juego de luces y sombras en la habitación. Estiró los brazos, sintiendo el peso del sueño aún en su cuerpo, pero pronto su mente fue invadida por los recuerdos de la noche anterior. El beso. Aquel beso que había sido tan intenso, tan lleno de significado, que ahora parecía haber dejado en su memoria una marca imborrable.
Sonrió involuntariamente y llevó los dedos a los labios, como si pudiera revivir aquel momento mágico. La sensación de los labios de Ravi rozando los suyos, la manera en que él la sostuvo con tanta delicadeza, como si fuese algo precioso... Todo eso la hacía sentirse ligera, como si estuviera flotando. Pero, al mismo tiempo, una punzada de duda surgió en su corazón. ¿Será que él sentía lo mismo? ¿O aquel