Me quedé sorprendida:
—¿Fue Mayi quien te aconsejó?
—Sí, le conté todo sobre ti, y me dijo que saliera del hospital cuanto antes y que me escondiera con ella. Dijo que Mateo podía venir a buscarme para obligarte a salir de tu escondite.
Esto... acertó de lleno.
—Oh, vale.
Parece que mi hermano confía muchísimo en Mayi, hasta le contó todo sobre mí.
Mi hermano hizo una pausa y luego dijo:
—Aurorita, no te preocupes por mí. Rompí mi SIM, tenía miedo de que Mateo la usara para encontrarte. Esa también fue idea de Mayi.
Al escucharlo, sentí más curiosidad por Mayi.
Sonreí y dije:
—La chica que te gusta es muy lista, cuando todo se calme, ¡tienes que presentármela!
—Claro que sí, ya verás. Por ahora estoy bien, y nuestros padres también.
Mientras Mateo no encuentre ninguna pista, con el tiempo va a rendirse.
—Bueno, gracias al cielo— respondí en voz baja, pensando que si pasaba un tiempo, Mateo tal vez dejaría de buscarme. Y si luego se casaba con Camila y tenían hijos, probablemente me olv