Yestin se queda viendo cómo ese hombre se pierde entre las sombras. Con la tarjeta aún en sus manos, la esconde dentro de su pecho para que se sostenga con el sostén y no se vaya a caer y que Castiel no la pueda ver.
Respira hondo esperando a que él llegue. Manteniendo una actitud normal.
Castiel, mientras vaga por el camino del laberinto buscando a su prometida, y es que su abuelo lo obligó a que la buscara para hablar sobre lo que pasó en el baño con Chloe. Él no quería hacerlo, pero sabe que si no lo hace, él está mucho más molesto. Poco a poco se acerca al centro donde la ve sentada en la banca.
—Ahí estás —dijo al verla.
—No me digas que has venido a buscarme para que vuelva a disculparme frente a esa mujer —declaró Yestin, y es que se ha vuelto a molestar de nuevo.
—Se nota que aún sigues de mal humor.
—Como no quiere que esté molesta, mira cómo me has tratado a tan solo unas horas de habernos comprometido —le reclamó ella.
—¿Cómo no voy a actuar así si mira