Castiel se queda en shock por lo que su hermana le está diciendo o mejor preguntando. No puede creer que, después de tantos años de conocerlo, piense que sería tan tonto como para pedirle matrimonio a esa mujer.
—¿Estás loca o qué? —preguntó Castiel indignado.
—¿Qué has dicho? —indagó Rosa, molesta por cómo la ha llamado su hermano. Acercándose a él y jalándole el cabello.
—Auch, eso duele —expresó Castiel enojado con ella.
—Entonces, retractate de lo que dijiste.
—¿Cómo quieres que lo haga si tú estás diciendo tonterías sin sentido? Es como si no conocieras y ya, suéltame; si alguien nos llega a ver, seré el hazmerreír de todos. —Se soltó Castiel arreglando su peinado y su traje.
—Lo pregunto porque no estuvieron juntos por 10 meses.
—¿Y eso qué tiene que ver?
—Que en ese tiempo no parecía que te desagradara mucho —añadió Rosa viendo con atención a su hermano.
—Las apariencias engañan; frente a ustedes fingía que me interesaba, pero lo que más quería era terminar c