Detrás de la puerta de metal donde Yestin había tocado. Es el escondite de uno de los mafiosos más despiadados y poderosos del momento. El distinguido Donatello Armani. Esa es su guarida cuando quiere alejarse de todo su entorno o cuando quiere hacer negocios con personas a las cuales todavía no les tiene confianza.
Él estaba en el interior cuando escuchó los gritos de una mujer. Por un momento pensó que se estaba volviendo loco. Sabe que en su mente suele escuchar voces de las personas que ha matado. Omitió ese grito y continuó con sus deberes. Sin embargo, ese grito desgarrador se volvió a escuchar. Ahora con mucha más claridad.
Se puso de pie, acercándose a la puerta. Salió al callejón y lo que vio lo dejó impactado. Una joven con el pantalón en el piso. Varios de sus hombres sosteniéndola. Mientras que uno de ellos con el pantalón abajo detrás de ella. Listo para violarla.
Ver eso le hace enfurecer. No por el hecho de la violación; en este mundo hay cientos y cientos de hombres