Yestin camina sin rumbo. No conoce nada de esta zona, todo le resulta extraño. No sabe a dónde ir. No tiene a nadie en este mundo. Y no regresará a ese club. Tal vez podría decirle a Joseph que venga por ella; sin embargo, ni siquiera sabe dónde está. Ni mucho menos tiene dinero para poder usar uno de estos teléfonos públicos.
Ahora que lo piensa, debió de urgar entre las cosas de Castiel en busca de algo de dinero. Aunque a la vez estuvo bien que no lo hiciera; si no, después estaría cobrando también ese dinero. Quizá hasta después se lo intente cobrar con otro hijo. Sí, todavía está pensando en cómo se las va a idear para salir libre del primero.
Y es que la verdad está demasiado joven como para quedar embarazada y no se siente con la capacidad para criarlo, aunque duda que con todo el dinero que tiene ese hombre la deje estar cerca de él. Está segura de que cuando nazca ya tendrá un montón de sirvientes a su disposición. Y eso es lo que menos quiere. Ella mejor que nadie sabe qué