Raina estaba un poco sorprendida.
La familia Franco era una de las más tradicionales, con reglas familiares estrictas. Si alguien cometía un error, Jayden, como líder de la familia, era responsable de llamarle la atención.
Ella pensó que él se disculparía, pero no esperaba que fuera tan sincero y tan formal; esto contrastaba con su carácter distante y arrogante.
La gente no siempre es lo que parece, y parecía que una vez más había cometido un error en este aspecto.
—Acepto esta disculpa —dijo Raina, aunque aún impactada, no dudó en aceptarla.
Si Liam no la hubiera bloqueado, probablemente estaría herida, con un brazo roto o una pierna lastimada, y no tan cómoda como ahora, sentada tranquilamente hablando.
Jayden se enderezó y se sentó en el sofá; en cuanto adoptó la postura de alguien con poder, desapareció toda muestra de humildad y quedó clara su habilidad para mostrarse flexible cuando le convenía.
—Raina, si tienes alguna petición, no dudes en decírmelo —dijo Jayden, directo.
Ella