—Señorita Lara, no lo malinterpretes. Jayden nunca da regalos sin motivo, esto solo es una compensación —explicó de nuevo el asistente Enzo.

Aunque sonaba a explicación, en realidad era una burla hacia Raina, sugiriendo que no se tomara las cosas tan a pecho.

Primero Liam había mostrado su furia, y ahora Enzo parecía irrespetarla. Jayden claramente carecía de gente capaz a su alrededor.

Raina no se preocupó por dar otra explicación y, en cambio, clavó la mirada en Jayden.

—Si el señor Franco quiere compensarme, podría hacerlo de otra forma.

—Señorita Lara, nadie se atreve a negociar con Jayden —dijo Enzo, pero fue él quien mostró primero su irritación.

La gente que no sabe controlar su genio no puede hacer grandes cosas.

Raina sintió un poco de lástima por Jayden al tener a alguien como Enzo a su lado. Jayden le lanzó una mirada de advertencia a Enzo antes de responderle a Raina.

—¿De qué forma te gustaría, señorita Lara?

Raina miró al hombre que estaba junto a Jayden.

—Quiero ser la a