Eso de "noche de casados" no significaba otra cosa que acostarse con ella, ¿no?
Y casarse para dormir con ella debía de ser una de las formas en que él buscaba vengarse.
Ya que había llegado a eso, Raina se lo tomó con calma. Ya estaba preparada, y por eso no mostró ni pena ni incomodidad.
—No lo olvidé. Entonces, ¿esta noche piensas cumplir con tu deber de esposo?
En lo que se refiere al amor entre hombre y mujer, la mayoría pensaba que era la mujer la que siempre perdía, la que salía perjudicada.
Pero Raina no lo veía así. Era algo de dos personas, y las mujeres también podían disfrutarlo, tanto físico como emocionalmente. ¿Por qué llamarlo pérdida?
La mano de Iván, que hasta entonces jugueteaba con pereza sobre el brazo del sofá, se detuvo de repente. Algo cambió en su mirada cuando la escuchó.
—¿Puedes repetir lo que acabas de decir?
Raina sabía que sí la había escuchado; lo que pasaba era que no podía creerlo. Seguramente, ninguna mujer le había dicho algo así antes.
—¿Por qué? ¿A