Capítulo 20 Ella se casó en una posición inferior.
Raina sintió que el corazón se le desgarraba, dejándola sin aire.
Soltó la mano de Iván, se volteó y se plantó frente a Noel.
¡Paf!
Le dio una cachetada.
Luego, lo miró y, temblando, le dijo:
—Eres un sinvergüenza.
Noel vio cómo la mano de Raina se manchaba con su propia sangre. Aunque sabía lo bajo que había caído, también sabía que no tenía otra salida.
Esa era la única manera de impedir que se casara con Iván. Y si lograba detenerla, encontraría la forma de recuperarla.
Los ojos oscuros de Iván, siempre serenos, ahora tenían una vibra amenazante, casi letal. El ambiente se puso tenso, como si fuera a empezar una balacera.
Todos los presentes contuvieron la respiración.
Iván era el heredero de la familia Herrera, un hombre al que todos respetaban. Y, sin embargo, ese día lo estaban provocando y humillando frente a todos. Nadie lo había visto jamás en una situación siquiera parecida.
Cuando todos pensaban que él no dejaría a Noel salir vivo de allí, agarró a Raina de la mano otra vez