Capítulo 21 Un amor por internet rara vez termina bien.
Él se mostró débil, como si fuera un hombre común tratando de resistir una tormenta.
Raina sabía bien lo aterrador que podía ser el internet: una sola noticia negativa bastaba para destruir una empresa valorada en cientos de millones.
—Pero si te casas conmigo, igual habrá quienes digan cosas horribles —expresó Raina.
—No vivo de lo que otros digan. —Iván volvió a tomar su mano—. Ahora, con toda esta gente mirando, si no te casas conmigo, todos dirán que te arrepentiste y que quieres volver con Noel.
—¡No es así! —respondió apresuradamente Raina.
Iván sonrió.
—Entonces, no te preocupes, déjalo todo en mis manos.
Dicho esto, apretó aún más la mano de Raina. Sus ojos oscuros, intensamente decididos, recorrieron a todos los presentes.
No dijo nada, pero su sola presencia obligó a todos a contener la respiración. El inmenso salón de bodas quedó en un silencio sepulcral.
Cuando la tensión estaba al límite, Iván habló por fin:
—Queridos familiares y amigos, gracias por venir hoy a mi boda. E