Mundo ficciónIniciar sesiónEl silencio del auto se mantuvo incluso después de apagar el motor frente a la casa. Emily se bajó primero, con pasos firmes, como si el peso de lo vivido en el hospital la empujara a seguir de pie, aunque por dentro estuviera temblando. Rowan salió detrás, y Aria lo siguió en último lugar, cerrando la puerta con suavidad, casi temiendo romper la frágil calma que los envolvía.
Dentro de la casa, el aire olía a madera y a café frío olvidado en la mesa. Nadie se apresuró a encender las luces, y durante unos segundos permanecieron en penumbra, escuchando solo el golpeteo lejano de la lluvia contra las ventanas.
—Haré té —murmuró Aria, rompiendo la quietud.
Su voz sonó débil, pero bastó para que los otros dos asintieran.
Emily dejó su bolso en el sofá y s







