La Cocina y La Tradición
La cocina de la villa bullía con el calor del mediodía. Theo, con las mangas arremangadas y un delantal gris, le indicó la mesada de mármol. Serena avanzó con entusiasmo, acercándose a la mesa de trabajo de la cocina familiar donde los ingredientes estaban alineados y colocó las manos sobre la superficie.
Theo la miró algo ansioso, aunque sus manos eran firmes y experimentadas -había preparado miles de platos para esa casa- no siempre lograba la textura perfecta. Desde que la señora falleció, él había tomado la responsabilidad de mantener vivas las comidas familiares, pero era un deber cargado de amor, no de refinamiento.
Serena, apoyada en la mesa con los brazos cruzados, lo observó unos segundos antes de hablar con una sonrisa contenida.
- ¿Te ayudo?
Theo levantó la vista, arqueando una ceja.
- ¿Sabes amasar pasta fresca?
- Más de lo que imaginas. - respondió ella, acercándose ya con decisión - Mis padres tenían una cadena de restaurantes. No me dieron muñec