Está Vez Si Acerté

La sala de ecografía estaba suavemente iluminada por una luz cálida que se filtraba desde las lámparas empotradas. El sonido rítmico del aparato, mezclado con el zumbido tenue del aire acondicionado, creaba un ambiente tranquilo, casi solemne. Dante estaba de pie junto a la camilla, con las manos metidas en los bolsillos del pantalón, observando con una mezcla de ansiedad y orgullo cómo la doctora preparaba el gel y encendía la pantalla del ecógrafo.

Serena, recostada, tenía una sonrisa dulce y expectante. Sus dedos jugaban con el anillo de casada que brillaba bajo la luz. Había pasado por dos embarazos antes, todos distintos, todos intensos, pero ese momento -ver la nueva vida moviéndose dentro de ella- seguía causándole el mismo estremecimiento.

Dante, sin embargo, parecía más nervioso que nunca. Desde que l