Mundo ficciónIniciar sesiónLa Angustia
Las sirenas policiales aún resonaban en la distancia cuando el automóvil negro frenó bruscamente frente a la clínica privada. Las puertas se abrieron de golpe y Dante bajó de inmediato, con el rostro pálido, el cabello revuelto y la mirada encendida por una mezcla de terror y rabia contenida. Detrás, dos patrullas se estacionaron, bloqueando la entrada. Los agentes se dispersaron, asegurando el perímetro mientras una camilla salía del vehículo que la había traído.
- ¡Déjenme pasar! - exclamó Dante, empujando a uno de los paramédicos hasta colocarse al lado de Serena. Su esposa yacía inconsciente, el rostro pálido, el cabello pegado a la frente, con una línea de sangre seca en la sien.
- Tiene signos vitales estables, pero perdió el conocimiento hace unos minutos. - dijo uno de los paramédic







