—¡Sí, señor!

Todos siguieron detrás de Alejandro, dirigiéndose directamente al restaurante Blue Whale.

En la entrada de la universidad ya se había congregado una multitud.

—¿Por qué hay tanta gente?

—¿No sabes? ¡El señor Rivera vino a atrapar a su prometida! ¡Dicen que la señorita Valdés está teniendo una cita con el profesor Mateo!

—¿En serio? Con lo estricta que es la familia Rivera… Esta vez, la señorita Valdés está acabada.

Dentro del restaurante Blue Whale, Sofía acababa de dar un sorbo a su agua con gas cuando varios guardaespaldas irrumpieron de golpe.

El resto de los comensales fue inmediatamente desalojado.

Sofía frunció el ceño.

Alejandro, seguido por seis guardaespaldas, entró con una presencia imponente.

Sofía pensó con ironía que, por suerte, el restaurante era lo bastante grande como para que cupieran todos.

Alejandro echó un vistazo a Mateo, luego a Sofía, quien estaba recostada en su silla con toda la calma del mundo.

Por último, su mirada se fijó en el postre con form