Punto de Vista de Elena
—Esto es una locura, nos van a atrapar. —Fátima ya estaba tratando de echarse atrás de nuestro acuerdo, balanceándose nerviosa sobre las puntas de los pies mientras sus dedos jugueteaban inquietos con los botones del elevador.
—No nos van a atrapar. Solo necesito que distraigas al doctor de alguna manera y me cuelo adentro. Cinco minutos máximo.
—Cinco minutos... es demasiado tiempo.
—Bueno, seré lo más rápida posible.
—Me van a regañar horrible... —se dobló agarrándose el estómago, como si fuera a vomitar ahí mismo en el ascensor.
—Solo si nos pillan, y no nos van a pillar. ¿No que eras la beta?
—¡Claro que soy la beta!
El elevador se detuvo con un sonido metálico y las puertas se abrieron, revelando el piso del hospital lleno de actividad donde estaba el consultorio de mi doctor, y donde tenía que revisar mi expediente médico porque debía haber algo sobre dónde había nacido.
"No me hagas quedar mal...", la voz de Fátima resonó en mi cabeza mientras me agachaba