Punto de Vista de Elena
Caminé de un lado a otro por la alfombra del dormitorio, dejando probablemente marcas en el suelo al repetir los mismos pasos. Dios mío, cuánto se tardaba Tomás.
Entonces llegaron los gritos desde abajo: Tomás gritándoles a sus propios padres, ordenándoles abandonar su casa. No pude resistir la tentación de acercarme a la puerta y entreabriría para escuchar mejor... Mercedes discutiendo, luchando por quedarse en la casa en lugar de marcharse con el Alfa Damián.
Me alejé rápidamente cuando escuché a Tomás subir las escaleras furioso, y me preparé para enfrentar su ira. Sabía que yo había causado todo esto, que era mi culpa haberme marchado con Héctor de esa manera, pero por una vez en la vida necesitaba escuchar la verdad directamente y no a través de otros.
—¿En qué demonios pensabas? —me rugió al abrir la puerta de nuestro dormitorio y azotarla tras de sí.
—Te pudo haber marcado y yo no habría podido hacer nada para pararlo.
—No, Héctor nunca haría eso, nunca s