Punto de vista de Clío
—¿Cuánto tiempo más? —el largo suspiro de Ares solo aumentó mi irritación. Se suponía que debía ayudarme, no quejarse de mí... que era todo lo que había hecho desde que me siguió afuera.
—¿Por qué? ¿Tienes algún lugar adonde ir? —me detuve, jadeando al intentar recuperar el aliento.
—Sí, quiero nadar.
—Ares, eres el futuro Alfa de la Manada Espina Roja, necesitas entrenar.
—Entreno mucho, y en este momento no estoy entrenando... estoy siendo un saco de boxeo. Si tienes problemas con tu compañero, usa tu voz, no tus puños. —tenía razón, pero aún no estaba lista para oír eso, no había llegado a la etapa en que pensaba racionalmente de nuevo.
—¿Le estás diciendo a una mujer embarazada qué hacer?
—No, le estoy diciendo a mi hermana que no se agobie por malentendidos...
—¿Malentendidos?
—Lo que sea que te tenga de tan mal humor, habla de ello. No te lo guardes, que es lo que hace mamá...
—No soy mamá. —le gruñí.
—Precisamente, no eres mamá.
Dejé que las palabras de mi