Punto de vista de Jorge
Este lugar se sentía diferente para mí ahora. Me sentía menos conectado con él, lo cual era extraño porque nunca había asumido el título de Alfa de mamá, y Josi tampoco lo había hecho aún.
Técnicamente nada había cambiado, yo significaba lo mismo para la Manada Aguasclaras que unos días atrás... pero siendo ahora el Alfa de la Manada del Desierto Ámbar, al estar aquí... no había duda en mi mente de que tomé la decisión correcta; no estaba destinado a gobernar este lugar, Josi sí lo estaba.
Aunque iba a extrañar esas malditas vistas.
Incluso en la oscuridad de la noche, mientras la luz de la luna caía sobre las suaves aguas del mar frente a mí... ofreciendo un haz fluorescente por millas, podía distinguir lo hermoso que era el lugar.
Ese lugar era verdaderamente pintoresco, un paisaje inigualable que tendría que esforzarme por encontrar en las tierras del Desierto Ámbar para intentar competir.
Intentar, y fallar.
—¡Felicidades, eres un hombre marcado! —Javier apa