—No Clío, ellos viven por Ares y por ti.
—Quizás, tampoco quería que el título de Alfa de Ares se viera afectado. —suspiré, se estaban diciendo verdades que debieron haberse dicho mucho antes.
La muerte creaba un momento para reflexionar sobre el pasado, sobre los errores cometidos.
—¿Eso es lo que piensas de nosotros, que no habríamos cuidado de los nuestros?
—Por lo que yo sabía, estaba embarazada del hijo de un hombre que tenía una compañera destinada. Eso habría arruinado todo...
—Mi hijo es el único culpable de eso.
—No, él no puede asumir toda la culpa. Mirando atrás, creo que sentí el vínculo toda mi vida, simplemente no creía ser digna de él, que me lo mereciera. —lágrimas silenciosas comenzaron a caer por mi mejilla.
—Oh, Clío. —extendió su mano hacia la mía, envolviéndola junto con la de Elena.
—No fue solo el vínculo, en ese momento necesitaba irme, no podía soportar ver la decepción en el rostro de mamá.
—Tu madre puede estar perdida a veces, Clío, pero nunca pierde la fe e