Punto de vista de Jorge
—¿Bebé? ¿Qué bebé?
—Por supuesto... —mamá dio un grito ahogado, pero no podía seguir el ritmo de las palabras de los demás, solo podía concentrarme en una imagen; Clío teniendo un bebé.
—¿Qué bebé? —rugí de nuevo, seguramente debían estar equivocados. Ella no podía estar embarazada, me lo habría dicho.
—Clío está embarazada. —las palabras salieron de los labios de la tía Rosa, sus ojos me atravesaron directamente hasta el alma.
No, eso no podía ser.
—¿Qué?
—Él todavía quiere un heredero, después de todo este tiempo. —la voz de papá retumbó con fuerza sobre las de todos los demás.
—No, el padre es humano, no es de Tomás. —declaró Rosa en voz alta, sacudiendo la cabeza, su respiración continuaba errática.
Fue como si el mundo a mi alrededor desapareciera... todo se desvaneció. Todos los gritos entrecruzados, el ruido incesante, todo se bloqueó, todo lo que podía oír era el latido de mi propio corazón golpeando contra mi pecho.
—¿Está embarazada? —mis palabras ni s