Punto de vista de Clío
"Él no es mío, no es mío".
Necesitaba repetírmelo internamente mientras su aroma a coco me envolvía, algo invisible a simple vista... pero yo lo sentía, y no podía ser solo yo. No podía estar imaginando el poder que tenía sobre mí.
Finalmente lo tenía a solas, así que necesitaba decirle, pero su cercanía me estaba afectando, haciéndome perder todo pensamiento racional, todo autocontrol.
—Jorge... —mi voz fue un gemido anhelante que vibró en mis labios, mis ojos se alzaron lentamente para encontrar los suyos, que destellaban entre los de él y los de su lobo.
Verde, verde oscuro, verde...
Solo quería estar sola y recomponerme, pero me ausenté demasiado tiempo, por lo que él vino a buscarme.
—Jorge, puedes irte. —di un paso atrás, mis ojos giraron cuando mi espalda chocó con los armarios detrás de mí; no tenía forma de escapar.
Su aura comenzó a mezclarse en la ya sofocante cercanía entre nosotros, una fuerza similar a la de la noche en el hotel cuando intenté irme.