Caleb es un chico de 23 años común y corriente. Un día se encuentra comiendo son su mejor amigo cuando una chica pelinegra de ojos esmeralda entra en el local robando su atención y provocando sentimientos que ni el mismo entiende. ¿Quién es ella? La alfa de todos los alfas. ¿y Él? su mate.
Leer másNo hay nada peor que tener clases un jueves, el lado positivo es que no me quedo hasta tarde en la facultad, ya que mis clases se acomodan durante la mañana.
Me presento: mi nombre es Caleb, tengo 23 años, mido 1.80, tengo ojos heterocromáticos - uno verde y otro azul- , vivo solo en Londres, mis padres son de Alemania, vine buscando una vida propia lejos de sus prejuicios y bueno, no tengo novia.
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Llego a la pizzería "Good taste" que se encuentra a dos cuadras de la facultad donde me espera Luca, mi mejor amigo. Nos conocimos en primer año de Arquitectura y la verdad nos hemos vuelto inseparables desde ese día, es como si nos hubiéramos conocido toda la vida.
Es como el hermano que nunca tuve.
Avanzo entre las mesas hasta llegar donde se encuentra él concentrado en su celular, una vez llego a su lado alza la vista y nos saludamos chocando puños con una sonrisa mientras me acomodo en el lugar vacío frente a él. Siempre venimos aquí los jueves, es como un ritual para poder hacer un pre cierre de semana. Además los precios son considerables, se acomodan al presupuesto que tiene un estudiante.
Ya estamos en último año y quedan solo dos semanas para terminar la carrera. Nunca estuve más ansioso por terminar algo, como lo estoy con esto. Entre a estudiar solo porque mis papás lo quisieron, si bien la carrera no es tan desagradable y aprendí a tomarle el gusto, no es lo que me apasiona.
Estamos por terminar la pizza, entre conversaciones y risas sobre nuestros días cuando una sensación de tirón se instala en mi pecho, llamándome. Busco con la vista lo que mi cuerpo pide y es cuando por la puerta entra una chica a la cual nunca había visto en la vida y aquí siempre viene la misma gente. Siempre los mismos estudiantes y uno que otro profesor.
Quedo embobado viéndola, es una diosa, incluso llego a sentir que le falto el respeto por quitarle el aire que ella podría respirar. Mis ojos la recorren sin poder creer lo que ven, pelo negro lacio que le llega por la cintura, ojos verdes, tan verdes como una esmeralda, un cuerpo perfecto, ni flaca ni gorda, tiene donde uno puede agarrar y la elegancia con la que camina da a entender que no es de aquí.
Se acerca a la barra a hablar con el dueño del local con el ceño fruncido mientras intenta explicarle algo, por más que intento comprender leyendo sus carnosos labios, me es imposible. El dueño asiente con la cabeza mientras se pierde por la parte trasera del mesón hacia la cocina.
Me siento tan atraído por ella como una polilla por la luz, nunca me había sucedido algo así, no se qué pasa conmigo que solo quiero acercarme e intentar sacarle una sonrisa para que deje de tener esa cara de disgusto. Pasar mi pulgar por su frente para deshacer esa arruga que se forma por su ceño fruncido.
Siento que Luca me habla, pero estoy tan hipnotizado con aquella mujer que no llego a oír lo que me dice. Veo como se endereza en su puesto y comienza a buscar algo dentro del local mientras olfatea el aire, ¿Esta olfateando? creo que sí, su pequeña nariz hace ese movimiento característico de oler algo, hasta que luego de unos segundos sus ojos hacen contacto con los míos.
Mi pulso inmediatamente se acelera, una corriente eléctrica pasa por mis extremidades erizando mis vellos, nuestros ojos nunca dejan de mirarse los unos a los otros. Siento la urgencia de levantarme y acercarme, pero cuando estoy a punto de hacerlo rompe el contacto visual, el dueño del local le entrega una bolsa blanca de papel y ella sale del local sin volver a mirarme.
Un sentimiento de soledad se instala en mi pecho en el momento que ella abandona el lugar, centro mi atención en Luca que me mira extrañado mientras lo frunzo mi ceño al sentir esta tristeza porque me dejo aquí, ella no se acercó a hablarme, pero ¿por qué lo haría? Si nunca nos hemos visto.
Ahora lo único que anhelo es volver a encontrármela.
IVARLa sangre escurré por mi cuchillo favorito cuando lo sacó del cuerpo del último Rogue. Con una mueca lo limpio en el borde de mi camiseta que igualmente ya doy por perdida, la sangre y tierra son parte de ella así que no hay oportunidad de salvarla.Miro a mi alrededor mientras termino de limpiar la sangre y guardo mi cuchillo en la muslera correspondiente.–¿Novedades? –hablo hacia mi segundo que sé que me escucha.–Ya todos fueron eliminados –dice pese a que no puedo verlo–. Intentamos obtener informacion sobre alguno de ellos, pero se negaron a darla.–Como todos –susurro.Camino entre los cuerpos de lobos muertos que poco a poco comienzan a volver a su forma humana y sintiendo la brisa que salió remover mi cabello que probablemente esté igual lleno de sangre como el resto de mi cuerpo.Miro el reloj en mi muñeca y tuerso la boca cuando me doy cuenta que voy tarde. –Ordenemos rapido, tengo un lugar donde estar.–¿Cumpliendo tus deberes de príncipe? –se burla Joaco mi segundo.
OLIVIALa semana habia pasado con rapidez, sin darnos cuenta en menos de 24 horas los Alphas reales estarían en la manada y los días habian sido agotadores a más no poder. El aseo se habia duplicado estas últimas horas, pero pese a que sabía que necesitaban ayuda Pamela me habia mantenido en la cocina ayudando a Josefa con la comida y nada más. ¿Lo agradecia? sí, porque significaba mantenerse lejos del radar de mi familia así que no habia recibido golpes o burlas estos días, pero me sentía mal por no ayudar al resto.Aunque el trabajo en la cocina tampoco habia sido menor, hemos picado y pelado verduras estos dos días suficientes como para alimentar a un ejército. Tenemos que empezar a cocinar desde temprano mañana ya que los Alphas llegan a la hora de almuerzo y debe estar todo listo para el momento que ellos lleguen.–Recuerden que el almuerzo es a las una en punto mañana –dice Pamela ingresando a la cocina–. Estarán solo ud dos a cargo, ya que el resto estará limpiando ó atendiend
OLIVIAMi reflejo en el espejo me daba asco.No del asco hacía mí, sino hacia lo que me rodeaba. Mire mi espalda con tristeza y dolor, las marcas del cinturón de mi madre estaban al rojo vivo junto con pequeñas gotas de sangre secas que habian salido cuando la hebilla por “accidente” me golpeaba. Odiaba mi vida o al menos lo que quedaba de ella, los tratos, los golpes, las humillaciones, todo. Me encantaría volver el tiempo atrás y ver si mi loba resultaba Alpha, pensar en cómo sería mi vida si eso hubiera sucedido, quizas hubiera seguido siendo la consentida de papá y tener el afecto de mi madre. Las risas, las caricias, todo lo tendría de vuelta.Pero lamentablemente solo me quedaba el pensar como hubiera sido, porque la realidad era esta. La realidad eran las marcas que adornaban mi espalda y las palabras de asco acompañadas con ellas. Una pequeña lágrima cayó de mis ojos y negué dejando de ver las marcas y limpiando mis mejillas humedas. No quería llorar más por ellos, porqu
OLIVIAEl reflejo en el espejo me aprieta el corazón, han pasado dos días de la paliza que me dió mi padre y los hematomas morados aún adorna mi labio y pomulo.Al ser omega mi curación no es tan efectiva o rapida como un lobo normal, lo que a ellos les tardaría horas en sanar yo demoro al menos dos días. Y con la cantidad de golpes que tuve, estaré al menos una semana con las marcas y dolores aún en mi cuerpo.El sonido de la puerta siendo abierta y un suspiro abandona mis labios cuando salgo del baño acercándome al cuarto. La figura de Pamela aparece junto a una bandeja que coloca sobre el velador y el aroma a comida inunda mis fosas nasales. –Te traje comida –dice volteando a verme–. No deberias estar de pie.La ignoro y camino hacia el colchón dejandome caer con cuidado y haciendo una mueca cuando mis costillas tiran ante el esfuerzo. –Gracias –digo tomando el plato de patatas con pollo.–¿Has tomado algo para el dolor? –el avispo de preocupacion me hace fruncir el ceño y verla–
OLIVIAPuedo sentir como los rayos de sol golpean mi rostro al escabullirse entre las cortinas de mi ventana, pero me rehuso a levantarme, pese a que sé que tendré que hacerlo en cualquier momento. El que haya salido el sol, solo indica que debo comenzar con mis quehaceres y así no tener problemas.Apreto con fuerzas la delgada frazada contra mi cuerpo y suelto un suspiro dándome ánimos para poder comenzar el nuevo día. Abro sin muchas ganas mis ojos y el sonido de los primeros pajaros cantando comienza a hacerse escuchar atraves de las paredes. A regañadientes me desprendo de mi frazada y me levanto del delgado colchón que tengo en el suelo restregándome un ojo para intentar quitarme de encima el cansancio, pero es inutil.Los musculos me duelen y el cansancio siempre está presente. No hay forma de que no lo esté, menos con la vida que me tocó. Me levanto y voy hacia el pequeño baño que tengo dentro de mi habitación. Me miro con pesar en el espejo, viendo mi cabello sin brillo y l
SEGUNDA PARTE DE LA SAGA.Los príncipes reales. Gemelos, el milagro de sus padres los Reyes.Siempre han estado juntos, comparten una conexión especial, calculadores y centrados. Pero lo que no esperaban esque compartirian mucho más de ahora en adelante.Una misma Luna. ¿Estarán preparados para eso? ¿Los peligros que se avecinan? O incluso, ¿Controlar su temperamento?LAS ACTUALIZACIONES SERÁN UNA VEZ POR SEMANA. NOS LEEMOS.
Último capítulo