Pero como todavía tenía la quemadura en el brazo por el horno, no me arriesgaría.
—¿Ya tenemos una fecha para la ceremonia de marca en la agenda? —preguntó papá, intentando dirigir la conversación hacia el tema de la noche y la razón por la que estábamos allí.
Me encantaban los intentos de papá por relajar el ambiente, pero si supiera la verdad, sería lo último que preguntaría.
—Todavía no, Callie necesita visitar la Manada Aguasclaras. —respondió Carla, mirando hacia el pasillo donde Lucas volvía a entrar, con un vaso de whisky para papá y Ares, que ambos chocaron entre sí.
—¡Ah, hablando del rey de Roma! —anunció Carla, todas las miradas se volvieron hacia el pasillo, pero la mía permaneció en la copa de champán en mi regazo antes de alzarse hacia Javier, quien todavía me observaba, bebiendo lentamente de su vaso. El hielo sonó cuando bajó el vaso, colocándolo en el alféizar de la ventana.
Todos se pusieron de pie, afortunadamente me bloquearon lo suficiente como para poder moverme h