Punto de Vista de Carla
—Rosa... —Ramón intentó que su hermana se concentrara en la tarea, antes de que sus ojos se nublaran al entrar en el vínculo mental. Las palabras de aliento que le dio parecieron funcionar, pues ella comenzó a asentir lentamente.
Se puso de pie por sí misma, abandonando nuestro firme abrazo y el de su madre mientras se acercaba al hombre encadenado frente a ella.
Era la joven más valiente que había conocido jamás. Estaría bien con el amor y apoyo de su familia y manada, sin duda.
No comprendí completamente lo que ocurría hasta que Rosa rechazó el vínculo de pareja y obligó al hombre a pronunciar su propio nombre mientras Ramón le clavaba algo en el costado. Rosa no lo vio, pero yo sí: Ramón lo hizo con una discreción calculada.
Mientras ella pronunciaba su rechazo, él luchó contra el agarre de Ramón, quien como hermano protector ejecutaba su propia venganza sobre quien debería haber protegido a su hermana.
El hombre se retorció, visiblemente adolorido por el rec