Punto de vista de Josefina
Su brazo rozó el mío, su aliento ya estaba en mi cuello, por lo que las cosquillas estallaron en mi piel mientras lo veía alcanzar el frasco y colocarlo delante de mí.
Ni siquiera me di la vuelta, sabía quién era, porque solo su aroma podía causar tal reacción en mi cuerpo. Una reacción que de repente, parecía más intensa, aún más difícil de combatir.
—Sabía que los médicos eran los peores pacientes —eché mi cabeza hacia atrás, exponiendo más de mi cuello a él.
De repente, su voz tenía el potencial de darme ordenes, no digo que no lucharía contra ello, pero hacerlo sería una batalla cuesta arriba. Su voz tenía un nuevo tono, un nuevo peso detrás de él... algo que no podía entender del todo, algo que no quería entender realmente. Simplemente no quería que esa sensación de éxtasis absoluto terminara jamás. Iba a disfrutar de ese nuevo Lucas mientras lo tuviera y me preocuparía por el corazón roto más tarde.
—Técnicamente no soy médico —seguí inclinándome hacia