Punto de vista de Josefina
Buen policía, mal policía.
Siempre había sido así con Javier y Jorge mientras crecían. Aunque éramos trillizos, a ellos se les conocía como gemelos... porque eran idénticos.
Yo parecía tan diferente de ellos que de pasada, no se pensaría realmente que compartimos sangre. Eran idénticos en el rostro y en su complexión, pero Javier tenía un aspecto más oscuro, mientras que Jorge siempre llevaba el resplandor del sol consigo. El primero era el invierno, mientras que el segundo el verano.
Durante la mayor parte de nuestra juventud, parecía que yo era la única que podía distinguirlos, hasta nuestros padres se confundían cuando decidían intercambiar roles por un día.
Tomaban turnos, todo el juego de mal policía y buen policía... con la manada... y conmigo. Cuando ambos elegían ser el malo, no llovía... sino que caía un diluvio. Mayormente de puñetazos.
Luego hubo un cambio, un giro. Ambos mantuvieron sus roles de manera natural, Jorge el buen policía, Javier el mal