Punto de vista de Héctor
Pasé toda la noche pensando en los ojos de Carla observándome mientras lamía su tobillo interno hasta llegar a su muslo. Sus grandes ojos seguían cada uno de mis movimientos mientras el aroma de su deseo se desprendía de ella. Deseaba saborearla en ese mismo instante... hasta que nos interrumpieron.
Había permanecido excitado toda la noche y me costó dormir, con ganas de derribar su puerta y reclamarla como mía. Pero no pude. Sabía que no debía... ella merecía más.
Necesitaba más tiempo. y yo no iba a ser ese imbécil que fuerza el vínculo… No sería él.
Era mejor que no estuviéramos en el mismo piso, así que bajé temprano para revisar documentos en mi oficina. Todas las investigaciones que había leído hasta ahora se refieren al lobo blanco como un ser mítico, algo sacado de cuentos de hadas, excepto por un texto en una lengua antigua hablada por nuestros ancestros. Algo que no podía leer del todo bien, pero por lo que pude descifrar, mencionaba que el lobo blanc