Punto de vista de Elena
El hombre frente a mí, el hombre que sostenía mi mano, era mi padre. Lo sabía. Lo podía sentir.
No necesitaba una prueba de sangre para demostrarlo. Yo lo creía.
Lo podía sentir en lo más profundo de mí... él era quien estaba destinado a criarme. Yo estaba destinada a estar con él y con Carla.
¿Qué había pasado...? ¿Por qué le dijeron que yo estaba muerta? ¿Hubo algún tipo de confusión en el hospital? Debió haberla habido...
Carla aún no lo sentía... pero yo sí. Quizás era porque mi loba era más débil, incapaz de protegerme como la suya podía hacerlo, pero yo podía sentir el vínculo entre nosotros tres. Así siempre había tenido que ser.
Sentía miedo, sí...pero era ese tipo de miedo que acompaña a los momentos felices. El tipo que te hace temblar y sonreír al mismo tiempo. Era una buena noticia: había encontrado a mi padre. Nadie podía reemplazar la felicidad que me dieron mis padres adoptivos mientras crecía, pero haber encontrado a mi padre biológico... me hací