Capítulo 46. Parte 3
Diego:
Los chicos logran convencer a Antonella para que vaya a descansar, y yo aprovecho de ir con Marcus, quien me necesita más que nunca. Al pasar las horas, la preocupación llega nuevamente, y mi hijo sufre una convulsión, la cual es estabilizada inmediatamente, por lo que César, el médico que lo está viendo, decide dejarlo en observación más del tiempo requerido, además de realizar un escáner para descartar traumas.
Mientras Marcus descansa, decido ir por un café, pero antes de llegar a la cafetería, veo a Antonella medio dormida en los asientos de la sala de espera. Me acerco a ella y le susurro al oído para que despierte. An sonríe, acomodándose en el asiento mientras arreglo su cabello revuelto.
—¿No te habías ido a descansar? —pregunto con ternura.
—Nop —responde, poniendo cara de disculpa.
—Ven aquí —digo, atrayéndola hacia mí para abrazarla—. Eres una loquita. Se nota que estás cansada, además, no puedes ver a Marcus.
—Pero tú eres su papá, un médico que trabaja aquí, y supo