Capítulo 47. Parte 1
Antonella:
Me quedo detrás de la máquina expendedora de gaseosas, escuchando la conversación de Diego y la hermosa Ambra, la “Saca-pelos”. Una furia incontrolable se apodera de mí al recordar que Diego la llamó para que viera a Marcus. Sí, ella es su madre; sí, el niño pidió verla, pero es obvio que el golpe en la cabeza lo ha afectado. Además, yo quería estar para él, consolarlo, mimarlo y cuidarlo.
«Marcus, mamá no podrá venir porque entró a un reality show. Marcus, mamá no podrá venir porque fue a salvar a las ballenas. Marcus, mamá no podrá venir porque... Tantas excusas para no llamar a Ambra, y ninguna escogió».
—¿Dónde está Marcus? —pregunta Ambra, y se me ablanda el corazón pensando que, tal vez, el accidente hizo mella en su frío corazón; al fin y al cabo, es su hijo.
«Por desgracia».
—César lo está atendiendo —responde Diego sin mirarla a la cara—. Debemos esperar a que la enfermera nos avise. No quiero entrar y entorpecer el procedimiento.
—Tienes razón, debemos dejar que C