Capítulo 42. Parte 3
Antonella:
Camino de prisa hacia el salón de clases, intentando sacar de mi mente unas cuantas cosas que vi y no debí. Me concentro en no tropezarme con las paredes hasta que llego al aula, donde mis niños seguramente ya me esperan. Doy dos toques en la puerta —aunque no debería, porque es mi propio salón— y entro directamente para sentarme tras mi pupitre.
—Maestra, la estábamos esperando —dice Marcus.
—Sí, Marcus, ya estoy aquí —respondo con dulzura, aunque todavía un poco avergonzada—. Bien, chicos, empezaremos la clase con el libro de Lenguaje. Quiero que lo abran en la página catorce, por favor. Mientras sacan el libro, empezaré a pasar la lista.
Sonrío al ver cómo todos se apresuran. Me conmueve saber que disfrutan mis clases, pero, apenas suena el timbre, corren como animalitos enjaulados hacia el patio. Y no los culpo. Yo también amo enseñar, pero cuando tengo la oportunidad, corro hacia la oficina de Cinnia o la cafetería, en busca de un poco de paz… y bueno, de chisme tambié