Mateo se encontraba frente al espejo de su pequeño apartamento, observando su reflejo con una mezcla de incertidumbre y ansiedad. Habían pasado varios días desde que había decidido ir a buscar a Clara. Lo que comenzó como una simple curiosidad por su paradero había crecido en algo mucho más grande: una necesidad de enfrentar el pasado, de obtener respuestas a las preguntas que lo habían atormentado durante años. ¿Qué había pasado con ella? ¿Por qué se había alejado de su vida? Y lo más importante, ¿aún había algo entre ellos?
Se pasó la mano por el cabello, tratando de aplacar la agitación que sentía en el estómago. Estaba nervioso, y aunque trataba de convencerse de que todo iba a salir bien, la verdad era que no tenía idea de lo que iba a suceder en esa cita. El encuentro que tanto había imaginado en sus pensamientos ahora era una realidad que lo intimidaba.
Mateo eligió su ropa con cuidado, queriendo dar una buena impresión, pero al mismo tiempo no quería que Clara pensara que esta