KAESAR:
Asentí, reconociendo no solo la veteranía de Daegan, sino también su lealtad. Su sugerencia era inteligente, directa y efectiva. A veces, los guerreros con experiencia cargan consigo una sabiduría que ni siquiera los hechizos más antiguos pueden igualar.
—Entonces, Daegan, confío en tu plan. Lleva a tus hombres y ataca con precisión. Quiero ver a esos brujos en retirada antes de que la luna alcance el cénit.Él asintió con determinación y, con una señal, reunió a sus hombres. Cada uno de ellos irradiaba una energía contenida, un hambre de luchar y proteger lo que era nuestro. Me giré hacia mi Luna, quien me estaba observando. Sus ojos, siempre reflejo de la calma que me anclaba, ahora mostraban un brillo de furia controlada, una promesa silenciosa de que no permitiría que nadie dañara nuestra manada.—Es momento,