KAESAR:
Observé cómo sus palabras cambiaban el semblante del consejo, transformando dudas en determinación. Kaela tenía el don de inspirar, una habilidad que heredó de su padre.
—Kaela, es un honor verte tomar las riendas de la manada —dijo Rouf, con firmeza—. Sé que muchos tienen dudas, pero juntos podemos demostrar que tu liderazgo marcará una nueva era.El consejo nos observaba con rostros expectantes y curiosos. Kaela inclinó la cabeza en un gesto de respeto y luego me miró un instante antes de continuar.—Sé que todos se preguntan qué hace el alfa Kaesar aquí —hizo una señal para que me colocara a su lado—. Somos parejas destinadas; él es mi Alfa y yo soy su Luna. Antes de que comiencen a hacerse preguntas, debo aclarar que todavía no hemos decidido nada. Solo se los digo porque tienen derecho a saberlo. Aunque enfren