KAESAR:
Desperté al sentir el delicioso aroma de mi Luna y su peso sobre mí. Fue entonces cuando la escuché conversando con mi lobo. No interrumpí; los dejé hablar, ansiando conocer lo mismo que Kian. Al escucharla confesar que nunca había entregado su corazón, una ola de alegría me invadió. Yo sería quien conquistaría ese corazón sin importar el esfuerzo.Sé que todos conocen la leyenda de que las parejas destinadas por la Diosa Luna se aman en el mismo instante en que se encuentran. Pero en la raza de los Alfas Reales no es así: sentimos la conexión y la fuerza magnética que nos atrae, pero podemos resistirnos a ella y elegir vivir con otra pareja sin que nos afecte.Escuché cada palabra, cada susurro entre ella y mi lobo, y me embargó la determinación de ganarme su amor de manera genuina, paso a paso. Sentí a Kaela move