y cada día me repetía a mí misma como un mantra desesperado y como un escudo protector contra la desesperación que no necesitaba a nadie para salir a flote para sobrevivir.
Mucho menos a él mi carcelero, la empleada encargada de su nuevo guardarropa debería llegar en cualquier momento añadió la mujer consultando su reloj de pulsera con el ceño fruncido denotando impaciencia su rostro severo carente de calidez No mostraba ni un ápice de simpatía de comprensión.
_Ya debería estar aquí!!!
levantó la mirada hacia mí con esa actitud que tenían todos en esta casa esa mezcla inquietante de cortesía forzada y control absoluto como si fueran robots programados para obedecer.
_La comida se sirve a las 2 en punto, la cocinera llegará alrededor del mediodía para preparar su menú personal siguiendo indicaciones del señor.
_Alguien del personal vendrá por usted para escoltarla al Gran comedor una vez que esté lista alrededor de 10 minutos antes de la hora indicada informó con un tono imper